Uno
El niño nuevo
Hay un niño nuevo en la Sala Diez. Al menos, Gavin cree que es un niño. Esta persona viste como un niño y lleva una camisa de niño, pero su cabello está recogido en dos trenzas africanas que cuelgan hacia atrás. Es delgado y bajito. Bueno, más bajo que Gavin. Tiene una mirada penetrante. Podría ser una niña, pero definitivamente lleva puesto un jean de varón. Así que es un varón, y ahora está sentado allí, mirando a su alrededor, con la barbilla apoyada sobre la palma de la mano.
Los alumnos terminan de colocar sus cosas en los casilleros y toman asiento para empezar con el tema del diario de la mañana, “Mi fin de semana”. Gavin se pregunta: ¿Por qué el tema de los lunes es siempre “Mi fin de semana”? ¿A la señora Shelby-Ortiz realmente leinteresan nuestros fines de semana? ¿No le alcanza con pensar en su propio fin de semana?
La señora Shelby-Ortiz va hacia el frente de la clase. Si bien nadie está hablando, se coloca el índice sobre la boca y mira a su alrededor con una expresión alegre y radiante en la cara. ¡Ay, no!, piensa Gavin. Aquí viene otro de sus alegres anuncios en los que la única entusiasmada es ella. ¿Tendrán cinco minutos más para los recreos? Eso sí que sería emocionante. Seguramente les informará que habrá un bufé de ensaladas en la cafetería o algo así. Su mamá se puso muy feliz cuando en su trabajo de la estación de tren incluyeron un bufé de ensaladas en la cafetería de los empleados. Habló sobre el tema durante semanas.
—Chicos, ¡hoy se incorpora un nuevo alumno!
Todos los ojos se dirigen hacia el niño que está sentado al lado del escritorio de la señora Shelby-Ortiz. Todos lo miran fijamente. Él los mira fijamente también. La señora Shelby-Ortiz le hace un gesto para que vaya al frente de la clase junto a ella. Lentamente, él se levanta de la silla y va hasta su lado. Se queda parado allí con una mirada inexpresiva y la barbilla levantada. Una expresión rara, piensa Gavin.
—Les presento a Keops Grundy. Se incorpora hoy a nuestra clase.
Gavin se queda sorprendido con el nombre. Jamás escuchó que alguien se llamara Keops. Pero sí suena como el nombre de un varón.
De inmediato, Deja echa la cabez hacia atrás y frunce el ceño. Susurra:
—¿Qué clase de nombre es Keops Grundy?
Luego agita la mano para un lado y para el otro hasta que la señora Shelby-Ortiz la mira y le dice:
—¿Sí, Deja?
—¿Qué clase de nombre es Keops? —dice, sin más.
La señora Shelby-Ortiz parece sorprendida. Keops da un paso hacia adelante y dice con voz aguda:
—Keops es el nombre del faraón egipcio que hizo construir la Gran Pirámide de Guiza.
Deja frunce más el ceño y mira a Rosario, que está a su lado.
La señora Shelby-Ortiz dice:
—Ah... Alumnos, hemos visto las pirámides en el libro que Erik trajo para compartir. ¿Lo recuerdan?
Los alumnos están en silencio. Gavin recuerda el libro, además ha visto un programa de tele sobre unas pirámides que están en algún lugar lejano. Luego el alumno nuevo vuelve a hablar con su vocecita de ratón.
—Keops fue, en realidad, el segundo faraón de la cuarta dinastía de Egipto.
—¡Qué interesante, Keops! ¿Qué tal si nos cuentas más sobre ti? —pregunta la señora Shelby-Ortiz con entusiasmo...
—¿Qué les gustaría saber?
La señora Shelby-Ortiz parece un tanto sorprendida. Le responde:
—Bueno, cuéntanos sobre tu anterior escuela y qué cosas te divierten, tus hobbies... Ese tipo de cosas. ¿Tienes hermanos?
—Si no le molesta, contestaré primero la última pregunta.
Algunos niños se miran entre sí.
—Claro —dice la señora Shelby-Ortiz.
Keops se aclara la garganta.
—Bien, no tengo hermanos. Soy hijo único. Tampoco vivo con mi mamá. Ella es artista y vive en una colonia de artistas en Nuevo México.
Gavin ve que Nikki se ha quedado con la boca abierta. Parece sorprendida.
—Así que vivo solamente con mi padre. Mi hobby es la lectura. Me interesan todos los temas. Me gusta pensar. Eso es lo que hago para divertirme.
La señora Shelby-Ortiz avanza unos pasos.
—¿Y tu anterior escuela? ¿Nos puedes contar sobre ella?
—He ido a diez escuelas —dice con una ceja levantada—. Mi favorita fue la última. Era una escuela para genios. Todos los alumnos de mi anterior escuela eran genios.
Llegado este punto, Keops mira a los compañeros de Gavin como si estuviera decidiendo si cada niño es o no un genio. Sus ojos se detienen en Gavin unos segundos adicionales.
—¡Vaya, vaya! —exclama la señora Shelby-Ortiz—. Una escuela para genios. Confieso que jamás he escuchado sobre una escuela así.
—Bueno, pero es cierto —dice Keops—. Si no me cree, puede llamar a mi anterior escuela y preguntarles a ellos. Ellos le dirán. Ah... y nací en Suecia, y ni siquiera hablaba inglés cuando llegué a este país.
—Ah —dice la señora Shelby-Ortiz—. Eso no será necesario, Keops. No es necesario llamar a tu anterior escuela.
Gavin da una mirada a su alrededor. Deja tiene el ceño todavía más fruncido. Más alumnos muestran el desconcierto en su rostro.
—Hmmm... Una escuela para genios —repite la señora Shelby-Ortiz. Ella comienza a recoger los libros y el mater...